martes, 16 de octubre de 2012

Cuando las cosas salen mal



A veces las cosas no suceden como nosotros lo quisiéramos. La vida está llena de altos y bajos, sinsabores los cuales hacen que desmallemos ante las adversidades de la vida.

¿Alguna vez te has encontrado en alguna situación que esperabas que saliera bien, pero resultó ser todo lo contrario?

Las desilusiones son parte de la vida cotidiana, y lastimosamente no las podemos evitar. Lágrimas son el resultado del dolor que muchas veces nos causan las heridas de un mal momento.

El dolor aunque suene difícil de aceptar, a veces es necesario que suceda. La verdad es que todas las cosas tienen 2 caras, al igual que una moneda. Dios no desearía que pasáramos dolor, pues nos creó a Su Imagen y Semejanza, pero esto ha venido en consecuencia del pecado.

Sin embargo Dios siempre tiene una solución para todos los problemas del ser humano. Una de las cosas por las que Dios permite que las cosas nos vayan mal es para que nos acordemos de El.

¿Cómo así? Cuando estamos bien, bendecidos y llenos de abundancia, ¿no es cierto que de Dios no nos acordamos para nada? Pero cuando estamos hasta el cuello de problemas y dificultades, cuando estamos encerados sin salida y no hayamos que hacer, ¿no es ahí donde clamamos a Dios con todo el corazón y lo buscamos con todas nuestras fuerzas?

Dios permite que pasemos momentos dolorosos no con la idea de molestarnos o hacernos sentir mal, sino que son recordatorios de que EL tiene todo el control, y que sin EL no somos nada. Son avisos que nos dicen "Oye, acá Dios soy Yo, no tú".

Si estás pasando por algún momento difícil piensa por un instante, ¿que tan firme es tu comunión con Dios? Si te has olvidado de El, pues oye, El debe recordarte que El sigue siendo Dios y tu eres solo un necesitado de ese poderoso Dios.

No te lo digo para hacerte sentir mal, sino te lo digo por experiencia, pues en ocasiones he sido yo el tipo que ha pasado momentos de esta naturaleza por no poner a Dios en Primer lugar y dejarlo solo como un Dios ambulancia o algo por el estilo.

Dios desea que te acerques a El, no solo cuando estás en la prueba, sino en todo tiempo. No debemos amar más las bendiciones que a Aquel quien nos da las bendiciones.

Reflexiona. Dios te Ama.

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